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Texto: Irene Piedrabuena / Foto: Jesús Pérez / Publicado en el ‘Rivas al Día’ de abril de 2012.
«La decisión de emprender un negocio surgió cuando me quedé en paro», así explica Luis Miguel Molero, de 53 años, el origen de Strawberryphoto. Este vecino ripense que trabajó durante 35 años en la industria farmacéutica como comercial ahora regenta una tienda fotográfica junto a su hijo. «Me he tenido que reciclar por completo, yo no tenía ni idea de fotografía», explica desde la sala de edición.
Las técnicas las aprende en la escuela de fotografía EFTI y en los innumerables cursos que ha realizado hasta la fecha. El esbozo del proyecto fotográfico comenzó en 2008, entonces la compañía para la que trabajaba «le invito a irse». Tenía dos opciones: apostar por el autoempleo o por montar un negocio familiar. El factor decisivo fue su hijo Fernando Molero, 27 años, que es fotógrafo profesional y que tampoco estaba empleado.
«Yo confiaba plenamente en las capacidades de mi hijo y el pleno convencimiento es el primer paso necesario para emprender», explica. Se acercaron aquel otoño al Punto de Asesoramiento e Inicio de Tramitación del Ayuntamiento (PAIT), donde recibieron la orientación necesaria para comenzar su plan empresarial: qué tipo de empresa montar, cómo hacerlo, la documentación necesaria y las vías de financiación.
«Confiaba plenamente en las capacidades de mi hijo y el pleno convencimiento es el primer paso necesario para emprender»
«Recibimos un trato estupendo, aún guardamos muy buen recuerdo de la técnica que nos orientó en nuestro propósito empresarial», rememoran. El segundo paso fue realizar un estudio de mercado. «En Rivas no existe ningún establecimiento de fotografía similar, no están actualizados y nosotros queríamos montar un negocio con ambiente fotográfico. Tenemos un estudio, revelamos y retocamos imágenes, hacemos reportajes, álbumes y queremos empezar con los cursos de formación», aclara.
«Este tipo de establecimientos sólo existen en el centro de Madrid o en Internet», continúa y acentúa las dos ventajas de que Strawberry esté en suelo ripense: la cercanía y el asesoramiento. La decisión de abrir la tienda en Rivas no fue azarosa.
«Llegamos en el año 86 cuando el municipio estaba aún por hacer y nosotros lo hemos visto crecer. Ahora tiene más de 75.000 habitantes, la edad media de la población es joven y los ripenses son activos en las nuevas tecnologías. El mercado es el adecuado», argumenta. De momento no necesitan más personas en su negocio pero aseguran que cuando sea preciso, contratarán a personal del municipio.
RENUNCIAR A UN PISO
Lo más difícil fue la elaboración de un proyecto sólido con el que conseguir financiación. «Yo tuve que renunciar a un piso de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) que me había tocado para que nos dieran el crédito», cuenta Fernando. «Y nosotros tuvimos que hipotecar nuestra casa», añade Luis Miguel.
Durante dos años su local fue la Red. Desde su página web (Strawberryphoto.com) promocionaban su proyecto y de manera puntual alquilaban locales para realizar las sesiones de fotografías que les encargaban. En octubre de 2010 pasaron a formar parte de la franquicia ‘Interfilm’ y abrieron su establecimiento en el paseo de Capa Negra, 6. A pesar de ser una franquicia, mantienen su propia esencia y personalidad. ¿Y por qué ese nombre?
FRESA
«Desde el punto de vista del marketing es más fácil recordar un nombre de fruta. A nosotros siempre nos ha gustado la fresa, es muy ‘fotogénica’, y musicalmente tiene mucha fuerza», contesta Luis Miguel al tiempo que entona la canción del grupo The Beatles. Con la llegada del mundo digital, las nuevas tecnologías y la popularización de las cámaras automáticas que permiten a la mayoría de las personas realizar sus instantáneas puede parecer arriesgado emprender un negocio fotográfico.
«Sí que con el salto del analógico al digital perdieron mucha fuerza este tipo de establecimientos pero ahora mismo la fiebre de la fotografía se está reduciendo. Es decir, la gente comienza a seleccionar imágenes para revelar porque quiere tener sus instantáneas en un soporte físico«, argumenta.
MUCHO ÁNIMO
Fernando y Luis Miguel asesoran a quienes se acercan sobre el soporte, el tamaño y el retoque de las capturas. «Trabajamos de cara al público, de una manera abierta y transparente para que la gente pase a la edición y vea cómo tratamos su foto», cuenta Fernando. «Si lo prefieren, también pueden enviarnos las imágenes por internet y venir después a por ellas», añade.
Aunque de momento no tienen grandes beneficios no se desaniman. «Estamos cumpliendo nuestros objetivos poco a poco y eso es lo importante. Tenemos proyectos formativos que perfilaremos más adelante. Personalmente animo a toda la gente que está en paro a que confíen en sí mismos y monten algo porque el subsidio de desempleo se termina». Luis Miguel y Fernando viven de su negocio familiar y recuperan juntos el tiempo que por motivos laborales no pudieron disfrutar antes.